miércoles, 18 de febrero de 2009

Viaje a Suiza III

22 de Agosto Täsch-Zermat-Brig-Alto Rodano-Puerto Grimsel/Lago Muerto-Glestch

Nos levantamos temprano (estábamos un poco asustados con el tema de la prohibición, al final no paso nada). Desayunamos y nos fuimos al pueblo, al llegar estaba la policía parando a los coches en la carretera, problemas pensé, seguro que pasa algo, luego no era nada, estaban regalando unos paños y unos muñecos para los niños/as como recuerdo del pueblo, me quedé asombrado, anda que en España van a hacer eso, me pareció una forma muy buena de dar la bienvenida al pueblo y nos hizo empezar el día con buen sabor de boca. Encontré un parking privado (era difícil, porque casi todos los parking que encontramos eran para aparcar los vehículos y utilizar su servicio de taxis a Zermat, que según ellos era más barato que el tren, pero nosotros queríamos subir en tren).

Nos fuimos a la estación, sacamos billetes a Zermat y también para Gornegrat, hasta donde sube el tren cremallera a una altura de 3090 mts y con una vista esplendida del Cervino, el Monte Rosa y más picos. Había otra subida al pequeño Cervino a 3700 y pico mts en un teleférico, pero nos pareció mucha altura para un niño de 15 meses. La subida al Gornegrat ya era bastante y además como había estaciones intermedias, si observaba al niño mal me podía apear y volver a Zermat. Son bastante caros los billetes, nos costo alrededor de 180€ los billetes para nosotros dos, menos mal que el niño no pagaba.

El trayecto a Zermat fue rápido, al momento de llegar subimos al tren cremallera hacia Gornegrat en una estación al de la que habíamos llegado. La subida del tren es lenta, pero es que sube por pendientes increíbles. Al poco de salir de Zermat, vislumbramos el Cervino o Matterhorn, la verdad es que es impresionante, es precioso (de pequeño cuando iba con mi padre a la sede del club de montañismo, había una foto muy grande del Cervino y me quedaba extasiado contemplándola, me parecía maravilloso y me decía que algún día lo vería en la realidad, estaba cumpliendo un sueño) y de verdad que es bonito, al que le guste la montaña, le gustará mucho verlo, tiene una forma increíble, es una mole imponente, con una aristas casi perfectas. Tengo que decir que el día nos acompaño, estaba totalmente despejado.

El niño se porto perfectamente, estaba tan tranquilo, no acuso para nada la altura, llegamos a la estación de Gornegrat, arriba hay un hotel y mas arriba una vivienda-refugio de montaña.


Al llegar le pregunto en ingles a que altura estábamos a un trabajador de la estación y me responde que a 3090 mts, y luego me habla en español, me llevé una sorpresa. Entablé conversación con él, era español, de La Coruña, y llevaba desde los 16 años allí, 34 años, me contó que la zona del Cervino había en su momento más de 1500 españoles, que hasta tenían su equipo de futbol, pero ahora solo quedaban unos 50, el fue quien me informó del accidente de Barajas del avión de Spanair, del que no teníamos noticia, cuando sales te desconectas de las noticias. Subimos al hotel y después, subí a un monte cercano aprovechando que el niño se había dormido. Desde allí podía ver el Monte Rosa, el Cervino al otro extremo y otros montes, un valle-meseta glacial al pie de los grandes montes y pequeños lagos de alta montaña. Estuve un rato y baje, tomamos el tren para volver a Zermat.

Paseamos por el pueblo, es un sitio muy turístico, todo el pueblo esta dedicado al turismo. Es bastante caro, nos paramos en un sitio de comida rápido y compramos unos perritos, nos lo tomamos en el centro del pueblo, junto al hotel con más glamour de Zermat, el niño jugaba con las palomas. Cuando nos íbamos llegó un coche de caballos con un cochero con librea que traía clientes del hotel, me llamo la atención y le hice fotografías, fuimos a una fuente al lado de la iglesia, con una fuente con una marmota que es famosa. Nos hicimos unas fotos (desde aquí se veía el Cervino) y tomamos un café en un sitio cercano. Nos dirigimos a la estación de ferrocarril para bajarnos de nuevo a Täsch.

Tomamos el tren y pronto estábamos en Täsch, rápidamente cogimos la Autocaravana y dejamos el pueblo en dirección de nuevo al valle del Ródano y la N9 en dirección a Brig.

Brig es una ciudad que nos gusto mucho, tiene un centro histórico bonito, bastante alpino. Es la ciudad Alpina del año 2008, esta en un cruce caminos muy importante, por un lado la carretera que accede al puerto de Simplonpass que lleva a Italia, es la puerta a el alto valle del Ródano, que termina en los puertos de Furkapass y Grimselpass, que llevan al Este y Centro de Suiza respectivamente. Por lo tanto su ubicación es estratégica y muy importante.

Íbamos con la intención de ver el Palacio/Castillo de Stockalper, construido por una familia de comerciantes muy importante. Aparcamos al lado de los jardines del palacio, son muy bonitos, había bastantes personas leyendo tumbadas o sentadas en el césped, incluso encontré libros dejados por si la gente quería leer (me figuro que en el momento de llover los retirarían). Después nos dirigimos al palacio y paseamos por él y tomamos fotografías, había sillas puestas en el patio para alguna representación nocturna.

Salimos del palacio por la puerta contraria a la que habíamos entrado y conducía a una calle que bajaba al centro de la ciudad, la calle estaba llena a lado y lado de edificios antiguos preciosos, fui haciendo fotos, como siempre muchas fuentes públicas, caños de agua y aseos públicos repartidos por el recorrido. La calle desembocaba en una plaza que daba a otras calles que llevaban en dirección al Ródano. Compramos pan y rosquillas, la panadera hablaba italiano (se nota la cercanía a Italia) y nos dirigimos a la Autocaravana.

Quería esa noche dormir cerca del puerto del Furka. Tomamos la N19 en dirección al Furkapass por la parte alta del valle del Ródano. El agua del río cada vez era más turbia y turbulenta.

Tengo que decir que esta parte es preciosa por no decir maravillosa, todo el alto valle del Ródano esta lleno de pequeños pueblos, con tejados pizarrosos y con la una Iglesia blanca siempre en el centro del pueblo que resaltaba de lejos y hacía el paisaje muy bonito. Unos prados preciosos, en una zona intermedia entre dos pueblos vimos un lago con un camino alrededor y una zona de aparcamiento, en él había varias autocaravanas aparcadas.


La verdad que es uno de los sitios que nos supo mal no poder haber visto con tranquilidad, pero no lo teníamos previsto se estaba haciendo tarde y quería acercarme lo más cerca al Furka. Es uno de los sitios que tengo que volver a visitar de Suiza con tranquilidad para disfrutar de él.

Llegamos al final del valle a la población de Oberwald, como casi todos los valles glaciales termina en una pared que cierra el valle, es impresionante. Se estaba haciendo tarde y no sabía si parar o continuar y subir a Gletsch en la bifuración hacia los dos puertos a 1800 mts de altitud.

Tengo que confesar que estaba asustado no sabía si meterme en un puerto que asustaba al mirar para arriba anocheciendo y sin saber como iba a responder la autocaravana. Al final decido subir, que tensión llevaba encima.

No sé si se puede percibir como es el puerto al describirlo con palabras pero es ¡impresionante!, en España puedo afirmar prácticamente si equivocarme que no hay nada parecido. Es una pared vertical y la carretera va subiendo en zigzag en forma de escalera. En momentos solo podía subir en primera, iba asustado de reventar la autocaravana y quedarnos tirados de noche a 1600 mts de altura y con un niño pequeño. Nos encontramos a mitad del puerto a unos españoles haciendo fotos del puerto, los saludamos, eso me dio un poco de tranquilidad. Al final llegamos a Gletsch, era todavía de día y decido subir al puerto de Grimsel para ver el puerto y el Lago muerto o Totensee.

Al final llegamos arriba y dejamos a la Autocaravana descansar que se lo merecía, paseamos por la zona, había un hotel, también había anunciada una zona de aparcamiento de ACs, pero el sitio daba miedo un camino de tierra al borde de un precipicio (la pared que cae hacia el valle del Ródano) y que terminaba cerca de la represa del lago pero con el camino lleno de barranqueras del agua, total de miedo. Le hice algunas fotos a la represa del lago y nos volvimos a la carretera, había una cueva, pero estaba cerrada al ser muy tarde, le hice bastantes fotos al lago, primero con luz y luego anocheciendo.

Tomamos de nuevo la Autocaravana para bajar a Gletsch a dormir, Glestch no se puede llamar ni pueblo, es un hotel, un camping y una capilla o pequeña iglesia, también parece que hay una estación de tren, pero no la vimos. Paramos al lado de la pequeña iglesia, había un cartel de prohibido pernoctar pero ya era tarde, no podía ni bajar, ni subir al Furka, no era hora de entrar al camping, por lo tanto nos quedamos allí, de todas formas estaba vacío, el río rugía justo al lado, las coordenadas son: N 46.92°, E 8.58°. En la iglesia había una luz débil, eran velas, me acerqué a mirar a través del agujero de la cerradura, la iglesia era muy austera. Luego me acerqué al río, era de noche cerrada pero se podía ver la espuma blanca del agua. Volví a la autocaravana, cenamos y nos acostamos.












22 de Agosto Glestch-Glaciar del Ródano y pas
o del Furka-Hospental-Aldorf/Bürglen-Schwyz-Locarno

Nos levantamos a las 8 de la mañana, ya era día claro, salgo de la autocaravana y veo dos autobuses de jubilados que acababan de parar en el parking y estaban descargando sus ocupantes.

Miro hacia el puerto del Furka y la vista era maravillosa el valle era precioso, rodeado de montañas al fondo la pared del puerto y la cascada que da comienzo al Ródano, es impresionante, lleva una gran cantidad de agua en su comienzo (lo alimenta un glaciar importante). Tomo unas cuantas fotos y levantamos el campamento, no queríamos desayunar allí.

Comenzamos a subir el puerto y en uno de sus apartaderos, paramos a desayunar. Tuve que subir al techo de la autocaravana para meter unas cosas en el arcón del techo, aproveché para tomar otras fotos con una perspectiva diferente a la del fondo del valle. Continuamos la subida el puerto es tremendamente duro, aunque esta vez iba tranquilo, si la noche anterior la autocaravana había resistido no pensaba que iba a pasar nada en ese momento.

Llegamos al aparcamiento de la cueva de hielo y el glaciar del Ródano.

No hicimos nada más que bajar de la autocaravana y vaya sorpresa, vimos unas cuantas personas justo al borde de la carretera, me acerco a mirar y me encuentro un montón de marmotas a las que la gente les estaba tirando comida (trozos de pan y zanahoria). Las dormilonas de Pedro y Heidi. Llamé a mi mujer y llevé al niño, le encantaron estuvimos un rato viéndolas, son preciosas, tomé muchas fotos de ellas.

Como en toda Suiza te cobran por verlo. Pagamos 10 francos chf y nos dirigimos al glaciar y la cueva.

El Glaciar es impresionante, ocupa toda la extensión de un valle a gran altura entre picos de más de 3000 mts de altura y termina justo en el precipicio donde empieza el Ródano en forma de cascada. De todas formas los efectos del calentamiento global se pueden ver en el glaciar, viendo fotos de diferentes épocas, pudimos comprobar que a principio de siglo la lengua de glaciar llegaba a Gletsch (donde dormimos la noche anterior) a 600 mts de desnivel más abajo ocupando toda la pared que ahora ocupan las cascadas y todo el valle inferior, o sea que la reducción del glaciar en un siglo ha sido brutal. Vimos fotos de otras épocas y en 1990 solo 18 años antes la lengua del glaciar ocupaba todavía parte de la pared por donde hoy salta el agua en cascadas. La reducción sigue siendo palpable, en el valle superior el de encima de las cascadas (el que ocupa el glaciar actualmente) se ven los efectos, ya en el borde inferior, justo donde empieza la pared que da lugar a las cascadas, el glaciar se ha deshelado y se encuentran trozos sueltos junto a lagunas y el barro. No se como encontraré el glaciar la próxima vez que volvamos, a lo mejor ha desaparecido, es una pena, me dio mucha lastima.

El glaciar a pesar de todo es impresionante hay una senda de bajada y con unos miradores, a pesar de estar nublado y hacer frío bajaba mucha gente. Llegamos a la entrada de la cueva. La cueva en sí, es un túnel escavado en el hielo que al final tiene un ensanche que hace de habitación. Toda la zona que queda encima de la cueva la tienen recubierta con una manta térmica para que el hielo dure más y mantenga la fuente de ingresos que constituye.

La cueva está bien de todas formas y más para personas como nosotros que no habíamos visto nada de esto antes, nos hicimos un montón de fotos. En las zonas en que el hielo esta iluminado se ve azulado. Le hicimos fotos a Sergio para que lo recuerde dentro de unos años.

Al salir Inma y Sergio se quedaron en la puerta de la cueva y yo subí por encima del glacial con mucho cuidado de no resbalar. El hielo estaba negro de estar mezclado con tierra y polvo. Cuando anduve un buen trecho, aproveche unos hierros que servían para marcar algo, para poner la cámara en automático y fotografiarme para inmortalizar el momento.


Volví raudo, hacía mucho frío y estaba empezando a llover, volvimos a la tienda/acceso al glaciar y compramos unas cosas y volvimos a tomar la autocaravana.

Pronto llegamos al Furkapass, paramos y nos hicimos unas fotos y estuvimos andando por la zona. Nos llamo mucho la atención un trailer autocaravana que era impresionante y de lujo. Justo en el Furka esta el límite entre el cantón del Valaís y el de Uri, que es de la parte central de Suiza y uno de los que fundaron la confederación suiza.

Empezamos a bajar el puerto, llovía, no me gusta ir con prisa, por lo tanto bajamos lentamente, periódicamente me ladeaba en la carretera para dejar pasar a los coches que iban detrás. La lluvia apretaba, llegamos al fondo del valle era muy bonito, de cada garganta fluía un arroyuelo. Este valle esta cerrado entre montañas, a un extremo el puerto de Furka y a otro extremo el puerto de San Gotardo, la única salida es la salida natural del río hacia la parte central del cantón de Uri por una garganta bastante angosta.

Siguiendo por la N19, llegamos al pueblo de Hospental, estaba lloviendo, le hago unas fotografías al castillo. El pueblo por lo demás no tenía mucho que ver.

Continuamos y llegamos a Andermatt. Andermatt es un centro de deportes de invierno, al principio del pueblo había un área de ac, pero en ese momento estaba cerrada. Aquí termina el valle y comienza el puerto de San Gotardo. Por lo demás al ser temporada baja no había mucho ambiente, no encontré donde aparcar y además estaba lloviendo, por lo que decidimos bajar hacia Aldorf y Bürglen por la N2 que después se convierte en A2.
De bajada nos pillo un buen agüacero, llegamos a Bürglen a las 14:00. Bürglen que pertenece a Aldorf solo esta a 1 km de ella. Según todos los testimonios es la patria de Guillermo ell, celebré héroe, padre de la patria suiza. Aparcamos en un parking cerca del Museo de Guillermo Tell, hicimos la comida y almorzamos acompañados del vino del Lac Sant Leonard.

Al salir de la autocaravana había comenzado de nuevo a llover, por momentos apretaba, entramos al Museo de Guillermo Tell, otros 10 chf, estuvimos bastante rato por las tres plantas del museo, viendo pinturas, esculturas, armas de la época, tapices, etc. Al final subimos a la última planta donde nos encontramos una sala de proyección, donde vimos una película sobre Guillermo
Tell, la leyenda, rayando entre lo imaginario y lo real, el tiempo convulso en que ocurrió y la proclamación de independencia de los tres cantones boscosos contra los habsburgo que eran la potencia extranjera invasora. La visita al museo nos llevo bastante parte de la tarde.

Al salir llovía bastante, entre la lluvia, nos acercamos a una capilla, que había más abajo, que según las crónicas ocupa el lugar donde estuvo la casa de Guillermo Tell y tomamos algunas fotos. Y después de esto entramos en la taberna Adler Inn de la que la guía que llevábamos hablaba muy bien. No nos defraudo, toda de madera, del siglo XVII, tenía todo el aire de una antigua taberna de época. Los aldeanos del pueblo jugaban a las cartas, había un ambiente acogedor, nos tomamos un café y al contemplar a los parroquianos tomar unas grandes cervezas me entró ganas y pedí otra.

Abandonamos la taberna bastante avanzada la tarde, había parado de llover, tomamos en dirección a Schwyz, capital del cantón homónimo. La carretera que es la N2, sigue todo el borde del unersee, que es precioso, este lago es el brazo sureste del lago Lucerna, es verdaderamente una maravilla y lo tenemos pendiente para próximas visitas a Suiza.




Nos paramos en donde según la tradición esta la piedra donde Guillermo Tell salió del lago al saltar del bote en que lo llevaban preso por orden del gobernador. La vista era preciosa, estuvimos largo rato deleitándonos con ella. Continuamos camino y llegamos a Brunnen que es una población turística al borde del Lago, desde su puerto salen los barcos que cruzan el Unersee. No paramos en ella y seguimos hacía Schwyz.

Llegamos a las 20:00, pero todavía había bastante rato de luz y dimos una vuelta por el centro histórico, sus edificios están decorados con pinturas que evocan escenas de la historia del cantón y de Suiza. Este cantón que es de los tres que fundaron la confederación suiza y es del que toma nombre y bandera el país, además tiene un régimen fiscal especial. Tomamos unas cervezas en una taberna del centro.



Al salir de la taberna no sabía lo que hacer, todavía no era muy tarde, además no me apetecía dormir en el centro de la ciudad, por lo que tomamos la autocaravana en dirección al sur, al cantón de Ticino. Pensábamos parar en alguna área de la A2 a dormir.

Tomamos de vuelta la N2, que desemboca en la A2 era viernes y muchos suizos tomaban el coche para bajar al sur. Pronto estábamos en las cercanías del túnel de Sant Gottard, el tráfico estaba regulado por semáforos y había retenciones, llovía a mares.

El túnel de San Gotardo es el más largo que he atravesado en mi vida más de 17 kms, parece interminable. Al salir estábamos en la cara sur de los Alpes. Es rápido el trayecto por lo que decidí parar en Bellinzona, ya que me indicaba el GPS tres áreas de ac.



Poco antes de llegar a Bellinzona, empezó el embrollo. El GPS se rompió, se quedaba bloqueado y no conseguía hacerlo funcionar, dimos varías vueltas por el centro de Bellinzona y no conseguía aclararme, veíamos los castillos iluminados. Nos mareamos de dar vueltas para aparcar y no lo conseguimos. En el ambiente se notaba que a pesar de ser Suiza la influencia italiana es muy grande, la gente estaba por la calle y había grupos de jóvenes reunidos casi en los botellones de aquí.
Al final dejamos Bellinzona con el GPS roto y me dirigí a Locarno, al llegar a la ciudad, aparcamos en una zona deportiva que había en las afueras de la ciudad y allí pernoctamos.










































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