lunes, 4 de mayo de 2009

Viaje a Suiza IV

23 de Agosto Locarno-Lago Maggiore-Lago di Como-Lugano-Val Bregaglia-Maloja Pass-Sant Moritz

Antes de empezar a contar el relato de la jornada tengo que comentar que esta no fue una jornada afortunada y lo pasamos mal y fue bastante estresante por ciertas circunstancias que ocurrieron en esta jornada que durante el relato contaré, siempre en un viaje de esta duración tienes días aciagos o poco afortunados, por fortuna solo tenemos que recordar así este día.

El día comenzó en Locarno, mi mujer no tenía esa mañana ganas de salir, la noche anterior después de todo el barullo que liamos con el GPS, nos acostamos tarde y prefirió quedarse descansando con el niño en la auto. Tomé la bici y me fui a pasear por Locarno, es una ciudad bonita y luminosa, con un gran colorido, al estar asentada en una montaña que cae hasta la orilla del lago, las calles son bastante empinadas en una gran parte del casco antiguo. De todas formas es una ciudad italiana, no alpina. Estuve paseando por el casco antiguo, fotografié lugares del centro y monumentos y el castillo, debajo del castillo hay una plaza con un paso subterráneo, en el había murales con exposiciones de la prehistoria de la zona, en ella se podía ver que en la zona había restos de asentamientos etruscos, que son el pueblo que dio origen a Roma. Luego estuve paseando por el paseo de ribera del lago, que se llama Promenade Lungolago. Después de esto me fui de nuevo a la auto. Tomamos en dirección a Ascona, no paramos, es una ciudad más pequeña que Locarno, pero muy parecida, están de todas formas prácticamente juntas.

Pensábamos ir hacia Lugano, pero antes estuve mirando el mapa en el GPS y ví que había un área de AC en Cannobio, una población italiana en la orilla del Lago Maggiore y decidimos ir para allá, para ver el área, pensando en próximos viajes y aprovechar para entrar en Italia, en ese momento empezaron los problemas. Tomamos la Vía Cantonale 13 que sigue toda la ribera del lago en dirección a la frontera italiana.

Al llegar a la frontera en el puesto fronterizo, la policia nos detiene y nos dice que van a realizar una inspección de rigor, me preguntan que si tengo algún problema y les dije que no. Entró un policía y estuvo inspeccionando, después, se ve que no quedo contento y me preguntó si tenía inconveniente en que entrara con un perro le volví a decir que no, tuvimos que esperar media hora, porque el perro lo tenían en otro vehículo (un camión), al final el perro vino (por cierto al niño le gusto mucho) estuvo unos minutos y después bajo. Le pregunté al policía que si era costumbre hacer estos reconocimientos siempre y me dijo que no, pero que ese día tenían orden de hacerlos, no se, se ve que tendrían información de algún alijo de droga o algo. Después de pedirme toda la documentación de la autocaravana y nuestras y comprobar que estaba todo en regla, nos dijo que podíamos seguir, la historia nos hizo perder una hora, pero al final perdimos todo el día, porque después de estar en Cannobio y ver el área, que estaba bien por cierto, pensamos en no volver por el mismo puesto fronterizo, era una tontería porque no teníamos nada que esconder, pero pensamos en que a lo mejor a los policías les parecía extraño que volviéramos tan pronto a pasar la frontera y decidieran pararnos de nuevo y volver a hacernos toda la inspección, total para ahorrarnos todo ese jaleo, decidimos rodear todo el lago y acceder a Lugano por Varese.

Total que continuamos por la SS34 que es como se llama la carretera a partir de la frontera italiana, el lago es muy bonito pero esta plagado de poblaciones y la circulación es muy lenta, después de pasar Verbania, el lago se adentra hacía la derecha, desde aquí la carretera que bordea el lago pasa a llamarse SS33, la seguimos hasta llegar al final del lago y tomar en dirección este por carreteras secundarias en dirección Varese.

En estas nos ocurre el segundo percance, había subido al arcón superior una garrafa que llevaba con gasoil de reserva por cualquier apuro, la garrafa tenía el cierre mal y en algún momento se volcó y derramó casi todo el gasoil, nos dimos cuenta al ver chorrear el gasoil por los cristales, era tarde, habíamos perdido la mitad del día, el niño llorando por que tenía hambre y mi mujer estresada por los llantos del niño y por lo del gasoil. Me tuve que subir al techo y con papel de cocina tuve que ir empapando todo el gasoil (imaginaros alrededor de 8 litros) los papeles los echaba a una bolsa de basura, me pasé con la tarea cerca de 2 horas.

Cuando terminé, tome asiento y volví a conducir, me fui tomando un bocadillo y una cocacola conduciendo, tenía ganas de abandonar Italia. Al llegar a Varese nos perdimos poque acababan de terminar unas carreteras que no aparecían en el GPS, seguíamos con nuestra racha de suerte. Atravesamos Varese y decidi tomar la S233, para ir a Lugano. Pasamos por una zona montañosa y pronto llegamos a la frontera Suiza de nuevo. Aquí tuvimos nuestro último percance y más peligroso, antes de llegar a Lugano el tráfico era denso, unos chavales estaban esperando en una gasolinera a que hubiera un hueco para poder salir a la carretera con su coche, de pronto salen y tuve que pegar un frenazo, saltaron un montón de cosas del interior de la auto, un cajón que estaba mal cerrado saltó, algo le dio al niño que empezó a llorar a desconsoladamente. Estaba para que me diera un ataque de nervios. Me encaré con los chavales que me miraban asustados, al final me tranquilice y ellos siguieron camino (vaya cola que montamos).

Me encontraba bastante mal, no paramos en Lugano, tenía ganas de salir de la parte latina y llegar a Sant Moritz, tomamos una carretera por la ribera del Lago Lugano que conduce a Menaggio, población del Lago di Como. Pasamos los puestos froterizos la carretera en Italia se llama S340, la circulación era lenta, llegamos a Menaggio, continuamos por la ribera del Lago di Como, por la SS340D, cerca del fin de del Lago, paramos en unos aparcamientos que estaban en la orilla del lago, no recuerdo la población, aproveché para relajarme paseando por la orilla del lago y pegue el cajón que había saltado durante el frenazo. Después de este rato me encontraba más tranquilo, continuamos hasta llegar a la S36 hasta Chiavenna, donde tomamos la S37 en dirección hacía el paso del Maloja y Sant Moritz, el valle de la Engandina. Desde Chiavenna la carretera empieza a subir, aquí comienza el Val Bregaglia, todavía en la parte italiana.

Pronto llegamos a la frontera suiza, pasamos los puestos fronterizos y justo en la misma frontera estaba Castasegna, primera población suiza. La frontera suiza empieza más o menos a la mitad del valle.

Fue asombroso, pero nada más pasar la frontera, dejamos el caos latino de Italia, para pasar al orden y tranquilidad suiza. Empezamos a sentirnos mucho mejor. Todo muy limpio, los prados cortados, todo ordenado que maravilla.

El puerto es duro, pero ya habíamos subido otros más duros, al llegar justo arriba, esta la población de Maloja, del mismo nombre que el pueblo, es a su vez la parte más alta del valle de la Engandina, a partir de aquí el valle desciende hacía Austria. Seguimos en dirección a Sant Moritz, estaba anocheciendo.

Llegamos a Sant Moritz, pero no encontré ningún sitio apropiado para aparcar, volvimos para atrás a Silvaplana, es un pueblo pequeño, seguimos retrocediendo y paramos en la orilla del lago, cerca de la población de Sils, en un sitio que no me acuerdo bien como se llamaba, pero era algo parecido a surf beach, era una estación para deportes acuáticos a la orilla del lago, en ella había una pizzería, decidimos pararnos y cenar allí, para quitarnos el estrés del día. La cena estuvo muy bien, al final cuando pedía un café, como la muchacha y yo no nos entendíamos, ella solo hablaba aleman, llamó a un compañero, este era portugués, terminamos la velada hablando con los portugueses y el chef que era italiano, los portugueses se alegraron mucho de encontrarnos. Somos casi hermanos los españoles y portugueses y nos dio alegría encontrarnos, nos invitaron a vino, me hablaron de su vida allí tan alejados de su país, terminamos bastante tarde, se portaron muy bien con nosotros y guardo muy buen recuerdo de ellos.

Nos quedamos a dormir allí, era muy tarde y no tenía ganas de buscar otro sitio para pernoctar.

24 de Agosto Lago de Silvaplana-Surlej-Julierpass-Chur-Maienfeld

Me levanté temprano, a las 07:30, el sol todavía no había salida, pero había bastante luz, tenía ganas de hacer ejercicio, por lo que cogí uno de los bastones de trekking que compramos en la tienda del glaciar del Rodano y salí de la autocaravana, llevaba un jersey y encima el chubasquero. Tomé el camino que bordea el lago, me quité el reloj que lleva termómetro para ver que temperatura hacía. Tenía bastante frío, no sabía si era por que de verdad hacía o que estaba destemplado. En las cumbres que rodean al valle, observé que había caído nieve que el día anterior no estaba.

Me encontré con dos personas que también andaban a esa hora temprana, me apresuré a cruzar la lengua de tierra que separa las dos partes del valle y llegar hasta la parte derecha del valle (tomando como referencia la dirección Maloja-Sant Moritz), donde el sendero se adentraba entre los pinos de la ladera de la montaña que llegaban hasta el borde del lago, a ver si me protegían un poco del viento y la temperatura se hacía más soportable.

En efecto la temperatura se hizo más soportable, el paisaje es precioso y el marco natural por el que trascurre la senda que bordea el lago maravilloso, a la vez que caminaba iba disfrutando de esas maravillas naturales y reteniendo en mi mente las imágenes que veía. La senda prácticamente discurre por el borde del lago excepto en pequeños tramos que se separa un poco del mismo. Como casi siempre en Suiza todo muy limpio (en el valle de la Engandina-Sant Moritz, quizas más que en ningún sitio), hasta me encontré aseos portátiles repartidos por la senda. El termómetro del reloj que es lento para recoger las variaciones de temperatura, marcaba en esos momentos – 0.2º y eso que hacía menos frío que al principio.

Al llegar a la zona en que el lago se estrecha y la tierra gana terreno en el centro del valle, ví un cartel indicando cataratas y escuché el sonido de las mismas en el silencio de la mañana. Me dirigí a las mimas. Eran preciosas, bajaba mucha agua. Tomé varias fotos y estuve un rato contemplando el espectáculo que deparaban.

Continué mi camino, cuando bajé de las cataratas, el sol estaba más alto, donde estaba aparcada la autocaravana en el otro extremo del lago, ya si lucia y calentaba la zona, pero donde yo me encontraba todavía no se mostraba. Me cruce con bastantes personas unas caminando y otras haciendo footing, algunos como una mujer que me encontré la verdad es que iban poco abrigados, se ve que es la fuerza de la costumbre. La escarcha se podía ver encima de las plantas, el termómetro marcaba – 0,5º. Llegué hasta el castillo de Silvaplana, que esta justo donde el lago se estrecha para pasar a ser río de nuevo. Domina el paso entre Surlej y Silvaplana y hacía Sant Moritz y demás poblaciones del valle de la Engandina en dirección a Austria. Tomé unas cuantas fotos, la cámara se me paraba debido al frió.

Cruce el puente y seguí bordeando el lago por las sendas en las estribaciones de Silvaplana, el sol ya si lucia y empezó a calentarme y a subir la temperatura ambiente, pasé por inmediaciones del camping y entre dentro para ver las instalaciones y precios. Al lado del camping hay una zona de deportes náuticos.

Continué hasta la Autocaravana, completando el recorrido alrededor del lago, esta vez por la carretera porque no hay senda. No recomiendo este recorrido, porque la carretera es estrecha y no hay arcén para que circulen los peatones.

A cerca de las 11 llegué a la Autocaravana, mi mujer y el nene ya habían desayunado, me tomé un desayuno rápido y partimos con la auto. No sabíamos que hacer, si entrar en el camping, o aparcar y luego pensarlo. Al final llegamos al puente que conecta Silvaplana con Surlej y vimos varias autocaravanas aparcadas. Yo no quería pararme, porque en teoría no se podía aparcar en ningún sitio del valle. Le pregunté a un guardia y me dijo que siguiéramos hacia delante que en el pueblo de Surlej había una zona de aparcamiento donde podíamos parar sin que nos dijeran nada.

Es un gran aparcamiento que hay en el centro del pueblo, cuando llegamos, solo estaba nuestra autocaravana, pero a lo largo del día fueron llegando otras. En ningún momento tuvimos ningún problema, nadie nos dijo nada, cerca está la parada de autobús con aseos públicos y los contenedores de basura al lado (muy curioso estaban dentro en una construcción de madera, integrada en el entorno, para que no desentonaran con el paisaje y limpieza del lugar). No sé que pasará si se pernocta porque nosotros no llegamos a probarlo. Las coordenadas son las siguientes: 46º 27’ 30.80” N y 9º 48’ 42.50” E, traducidas a decimales para el TomTom: N 46.458556º y E 9.811806º.

Paseamos por el pueblo y luego bajamos la carretera para cruzar el puente en dirección a Silvaplana, estuvimos paseando por el pueblo. Al final salimos por el pueblo por la parte este, cruzamos la carretera por un túnel peatonal y fuimos a parar a unos pastizales que había cerca del río, que poco a poco iba ensanchando para convertirse de nuevo en lago. El niño corría por el césped y se revolcaba en él, entre risas suyas y nuestras.

Decidimos dirigirnos hacia la autocaravana para comer, porque ya eran más de las 14:00. Nos paramos en la panadería-cafetería, que hay al principio de Surlej y compramos varias cosas. Mientras mi mujer hacía la comida, fui varias veces con el niño hacia un chorro de agua que había en la fuente para coger agua. El niño jugaba con el agua que estaba muy fria.

Después de comer estuvimos pensando que hacer, no sabíamos que hacer, si quedarnos o marchar hacia otro lugar. La verdad es que me hubiera gustado quedarme, lo que pasa es que necesitábamos las dos bicis y el portabebes para poder movernos, solo llevábamos una bici. No me apetecía la idea de ir a Sant Moritz de nuevo y volverme loco para aparcar como el día anterior y no encontrar sitio y tener que irme. Si entrábamos al camping teníamos las mismas, por lo que decidimos marchar. La próxima vez será.

La verdad es que el valle de la Engandina es una de las zonas que tengo que volver a visitar porque nos gusto muchísimo, esta vez más preparados con las bicis y otras cosas. Me gustaría descender por él hasta Austria.

Partimos y tomamos la carretera N3 en dirección al Julierpass, eran las 16:30. El puerto esta cerca, no es tan duro como otros que habíamos pasado antes. En la cima hay una tienda de souvenirs-bar con aseos. En la parte izquierda hay una hondonada donde hay un lago. Había un rebaño grande de vacas y al niño le gustaron mucho. Estuvimos bastante rato parados viéndolas y me asume a la hondonada y le tome varias fotos al lago y las montañas que dominan el paso.

Continuamos viaje, tengo que decir que el puerto por esta vertiente es mucho más empinado y exigente para un vehículo grande como una Autocaravana. Al poco paramos en una pequeña estación de esquí cercana al pueblo de Bivio, donde hay un área de AC( un punto del Club Suizo de Autocaravanas), descargamos y tomamos agua, las coordenadas son las siguientes: Latitud: N 46.46302° y Longitud : E 9.65587° en decimal.

Seguimos con la ruta, más adelante nos paramos a contemplar el Lago-embalse de Marmorea, es bastante bonito y los pueblos cercanos también.

Continuamos la ruta al llegar a la pequeña población de Tiefencastel en el fondo de un valle, abandonamos la N 3 o Julierstrasse y tomamos otra carretera hacia la izquiera que evita una zona montañosa en la que se adentra la N 3 antes de desembocar en Chur. Desembocamos en la A 13 y continuamos unos kms hasta llegar a Chur, era el atardecer y pronto se haría de noche.

A todo esto, todavía me encontraba sin GPS, que se me había roto en la zona de Bellinzona, paramos en un aparcamiento grande y me dedique a revisar la PDA y ver que le podía pasar, hasta que descubrí que es lo que le pasaba. El archivo con las áreas que introduces en el mapa de TomTom, estaba mal y me bloqueaba la aplicación. Quité los archivos y me pude conectar a Internet gracias a una red libre que encontré y me pude bajar los archivos y volver a reinstalarlos en el PDA. Después de esto el GPS funcionaba a las mil maravillas. Estaba más contento que unas pascuas.

Nos dirigimos al centro de la ciudad, encontramos una zona donde aparcar por suerte y andamos por el centro y tomamos una cerveza. Desde que tengo cámara digital me encanta tomar fotos nocturnas. Después de más de dos horas volvimos a la auto. Eran más de las 22:30

A medio camino entre Chur y Maienfeld, el GPS me indicaba un área de AC, decidimos pernoctar allí. Había que desviarse unos 3 kms de la Autovía, cuando llegamos al sitio, era un lugar oscuro y solitario que no nos inspiro confianza, por lo que decidimos no quedarnos allí.

Continuamos camino, era bastante tarde y no sabíamos donde dormir. Entramos en Maienfeld, y la verdad es un sitio muy tranquilo y pequeño. En unos aparcamientos cercanos al centro de la pequeña ciudad, aparcamos para dormir. No tuvimos ningún problema.

Todavía nos dio tiempo a darnos una vuelta aunque eran las 00:00, pero el niño no se quería dormir por que se había espabilado al parar y no hacía frío, la verdad es que no te encontrabas casi nadie por la calle. Es un sitio muy bonito, vimos la fuente donde bebe agua Heidi en la serie de dibujos. Hay casas de estilo antiguo y el ayuntamiento tiene una decoración pictórica muy bonita, justo en el centro hay unos aseos públicos. Te encuentras reminiscencias de Heidi por todos los sitios. Después de un rato decidimos irnos a dormir.